Empecemos contando la historia del lugar. Corría el año 1991 y mis padres buscando un terreno dónde tener una casa quinta, dieron con este paraíso que es la Compañía Naranjo, de Piribebuy. Allí comenzó mi contacto con la naturaleza, porque cada verano esta localidad fue mi destino de vacaciones. Años después, se convirtió en una granja (seguramente mis padres la pensaron como la jubilación que muchos soñamos).
En el 2002, ingresé a la Facultad de Agronomía (de la UNA) y mi área de prácticas durante mi carrera, fue la granja. Comenzamos probando la cría de pollitos, luego con la plantación de ciertos vegetales, también construimos un tambo y nos dedicábamos a la venta de leche; pero todas nuestras ideas no fueron muy rentables para la zona y en el caso de la venta de leche, tenía muchos limitantes. Fue una historia de probar y probar, hasta encontrar un modelo de negocio que haga a la granja sustentable. Terminé la carrera y estaba ávido de poder aplicar los conocimientos adquiridos en la profesión que elegí.
Comenzamos a pensar en familia, y la leche fue nuestro principal eje, porque ya teníamos una granja, los animales y el tambo. Pensamos en elaborar derivados de la leche y la primera opción fue el yogurth, pero no iba a ser simple por toda la logística que implica a tener en cuenta, como la cadena de frío para la distribución, la refrigeración, sumándole a esto el hecho de tener que ingresar a un mercado dominado por las gigantescas compañías productoras de leche en el Chaco o en Caaguazú y nosotros apenas éramos una granja familiar.
En esa tormenta de ideas relacionadas a cómo aprovechar mejor la leche, encontramos que los quesos podrían ser una opción pero sin quedarnos solamente con el Queso Paraguay, sino más bien, enfocarnos en aquellas recetas de quesos que llegan al país como importados y se vendían a un precio superior. Conociendo a profundidad la elaboración del Queso Paraguay sabíamos que podíamos hacer quesos europeos, aprovechando que teníamos amigos y contactos suizos que nos podían marcar una hoja de ruta. Fue justamente la Embajada de Suiza la que nos apoyó en el principio y gracias a ellos tuvimos un capital semilla, mediante el Cónsul Honorario de Paraguay en Suiza. Ahí comenzaba nuestra historia con los quesos suizos y que marcaría el rumbo de nuestro negocio.
Procedente de Gruyère, cantón de Friburgo, Suiza. Llegó a nuestro país en el año 1.992. Maestro quesero de dilatada experiencia que tras un incansable trabajo en adaptar sus conocimientos a los recursos disponibles localmente; fue el primero en la elaboración a escala de quesos tipo suizos y franceses en Paraguay, con la marca Cremo, en la ciudad de Yguazú, Departamento del Alto Paraná.
El desarrollo productivo y gastronómico de los quesos artesanales en Paraguay se debe en mayor medida gracias a Dominique. Nunca fue celoso en compartir sus conocimientos y su nobleza permitió que podamos aprender de sus propias manos, durante una larga pasantía de más de 8 meses realizada en su quesería. Eterno agradecimiento Maestro Dominique Frossard por las enseñanzas, la sabiduría y la formación en este universo de los quesos.
PROCOLE es una de las semillas que dejó tras su paso por estas tierras y por esta era... es por eso que nos compromete a honrar su memoria, y su legado.
Originario de la ciudad La Chaux-de-Fonds, cantón de Neuchâtel, Suiza. Es Ingeniero en relojería, fue cónsul honorario de Paraguay en Suiza desde los primeros años de la década del 2000, casado con Betty Capurro (+), de quien adoptó su afecto hacia nuestro país. Desde el año 2000 fue el benefactor principal, primeramente, de la escuela y el colegio local de Naranjo (Piribebuy); luego, en los inicios y el crecimiento de la fábrica PROCOLE. Ayudó a conseguir fondos de desarrollo con la Embajada de Suiza en Paraguay y también aportó fondos para la adquisición de equipos y maquinarias, algunos traídos de Suiza; construcciones y capacitación de queseros paraguayos, acá y en Suiza. Colaboró en la logística para la estadía de queseros paraguayos en escuelas y granjas suizas, también en la importación de insumos en quesería. La precisión en la organización, planificación y control del trabajo desempeñado en forma voluntaria en Procole, es comparable, únicamente, con el famoso modelo Cricket de la marca Vulcain (conocido como el reloj de los presidentes), de quien es el antiguo propietario y heredero de la tradicional marca.
Es oriundo, Sonceboz, cantón de Berna, Suiza. Ingeniero Agrónomo de profesión, llegó al Paraguay en el año 1974 por a la Cooperación Técnica Suiza (Cotesu), donde se desempeñó como técnico en varios proyectos de producción agropecuaria, en diferentes partes del país. Casado con Dominique Piachaud, suiza, residente en Paraguay, quien la indujo a adoptar nuestro país como suyo.
Fue propietario de la firma Eurogourmet, pionera en la comercialización de quesos tipo europeos y otros; mediante eso, el mercado local fue conociendo y gustando de este tipo de productos. En los inicios de Procole, fue el principal articulador de programas de cooperación con el Ministerio de Industria y Comercio, la Embajada de Suiza en Paraguay, entre otros; para concretar la idea de montar una planta elaboradora de quesos tipo suizos.
Su aporte al país es tan valorable como lo fue el de Moisés Bertoni, Marcelin Longchamps, Aimé Bonpland y otros suizos que hicieron patria en Paraguay.
Mi especialización —más allá de lo que aprendí en Paraguay— se dio en Santa Fe (Argentina), también estuve trabajando y aprendiendo en un tambo en una localidad de Suiza llamada Saint-Gingolph, ubicada en uno de los picos de los Alpes y límites con Francia. Gracias a una beca también estuve en Israel, en una lechería.
Esta especialización en esos países me ha permitido conocer y abstraer sus experiencias, para luego venir a aplicarlas en nuestro país. Para obtener un producto artesanal, son esenciales dos cosas: mano de obra y herramientas. Lo primero ya lo había conseguido y gracias a la ayuda del mencionado Cónsul de Suiza, trajimos las herramientas en barco desde aquel lejano país europeo, hasta una pequeña y modesta localidad de Piribebuy, con caminos de tierra, árboles de naranjo y una serranía inmensa que le rodea.
Llegó el momento de establecernos y aplicar todo lo aprendido. La mejor escuela es cuando uno puede experimentar, probar y aprender en su propio campo, en su propia casa, en su propia fábrica. Así comenzamos este sueño que se inició hace más de una década y que se llama PROCOLE (Productos Con Leche). En la semana producimos kilos de quesos y luego los llevamos a maduración y refrigeración por meses, para que cuando llegue a tu casa, puedas sentir y apreciar todo el sabor de un producto que se conjuga con tiempo y paciencia.
Los quesos que elaboramos llegaron a las góndolas de las tiendas más importantes de comestibles, la publicidad que ganamos por el boca en boca gracias a un círculo de sibaritas, entendidos, curiosos y hasta inmigrantes europeos que se establecieron en Paraguay, quienes nos permitieron situarnos entre sus productos de preferencia. Es un orgullo poder estar en cada heladera esperando a salir del envase, o bien, como ingrediente en un almuerzo familiar, en una cena romántica o en la tabla de quesos y vinos de un grupo de amigos.
La explosión mediática del Tour del Queso es lo que logró posicionarnos en la memoria y la experiencia de más de 20.000 personas que han visitado la fábrica en casi dos años desde que comenzamos con esta actividad. Familias enteras, grupos de amigos, parejas, grupos empresariales, funcionarios de compañías, excursiones y turistas en general han disfrutado de este recorrido por el caminoque hace la leche hasta convertirse en una explosión de sabores y texturas en el paladar.
El Tour cambió nuestro paradigma, nuestros estándares y amplió nuestro modelo de negocios donde ya no solamente vendemos unos productos artesanales, sino también vendemos una experiencia gastronómica que te lleva de paseo por Europa y donde podés dar rienda suelta a tus cinco sentidos. La elaboración del queso seguirá siendo la base de nuestro aprendizaje de cada día porque es la escuela a la que asistimos en cada jornada, pero tu presencia en nuestra fábrica, las felicitaciones luego de probar nuestros productos y saber que disfrutaste luego de cada recorrido, es el egreso soñado.
El pilar más fuerte de nuestra compañía es la familia, es un lazo inquebrantable donde se fundan las bases de nuestro pasado, presente y futuro.
Hemos construido nuestro camino por cuenta propia y el cúmulo de experiencias adquiridas nos permite situarnos a la altura de lo que aspirábamos.
En el campo, la faena comienza temprano y acaba con el sol. El contacto y el cuidado que tenemos con la naturaleza es nuestro motor en cada jornada.
Fundador y Maestro Quesero de PROCOLE, esposo y padre de dos. Actualmente es el paraguayo más experimentado en la elaboración y fabricación de quesos artesanales de recetas suizas, italianas, francesas, griega, árabe y otras.
Licenciada en Turismo, esposa, madre de dos y compañera de vida de Diego. Como parte de este negocio familiar, está a cargo de la organización del Tour del Queso, management de las reservas, decoración, logística y acomodaciones para la efectiva realización.
Mauri, hijo mayor de Diego y Mechi. Desde pequeño se involucra en el negocio familiar y hoy se encarga de la logistica completa del Tour del Queso y además de la atencion en el Show Room (tienda), durante los dias en que tenemos visitas por el Tour.
Don Edwin, padre de Diego y patriarca de la familia Brítez, escritor y periodista, actualmente jubilado de su profesión pero no del trabajo. Visionario que decidió crear su paraíso familiar en Naranjo. Es uno de los fundadores de La Cabaña de mi Finca.